Telcoin ofrece a sus clientes varias stablecoins respaldadas por reservas mantenidas en cuentas segregadas. Las stablecoins están diseñadas para mantener un valor estable en relación con un activo específico (p. ej., el dólar canadiense). Todos los clientes deben ser conscientes de los siguientes riesgos:

Riesgo de volatilidad:

Debido a las condiciones del mercado, los cambios normativos o las perturbaciones sistémicas, el valor puede desviarse de la paridad prevista. 

Riesgo del emisor:

Telcoin respalda las stablecoins con reservas auditadas en dólares estadounidenses o una moneda equivalente; sin embargo, si Telcoin quebrara, esto podría resultar en una pérdida de valor de la stablecoin.

Riesgo normativo:

Las stablecoins están sujetas a entornos normativos en constante evolución en las distintas jurisdicciones. Los cambios en las leyes, las políticas gubernamentales o las normativas financieras podrían afectar a la estabilidad o la legalidad de las operaciones con stablecoins.

Riesgo de liquidez:

En momentos de alta demanda, la liquidez de las stablecoins podría verse comprometida. Esto significa que podría resultar difícil comprar o vender la stablecoin a un precio estable, especialmente en mercados menos líquidos. 

Riesgos tecnológicos y de seguridad:

Las stablecoins se basan en la tecnología blockchain, que está sujeta a riesgos técnicos, como vulnerabilidades de los contratos inteligentes, ciberataques y fallos del sistema. Los usuarios deben ser conscientes de la posible pérdida de activos debido a estos riesgos tecnológicos.

Riesgo de divisa

El valor de las inversiones o transacciones denominadas en divisas distintas de su divisa "local" está sujeto a las fluctuaciones de los tipos de cambio. Estas fluctuaciones pueden dar lugar a una pérdida de valor al convertir la stablecoin de nuevo a su divisa "local".

Aunque Telcoin mantiene todas las reservas para respaldar las stablecoins en cuentas segregadas, estas no están protegidas, ya que no se reconocen como una inversión o un activo que esté protegido por los sistemas mundiales de protección de activos, como la SIPC (Corporación para la Protección de los Inversores en Valores) o el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos.